El cáncer es un recorrido difícil, tanto durante el tratamiento como después de este. Y no es un recorrido que deba hacerse sin apoyo. Debe buscar ayuda. E incluso después del tratamiento, es importante encontrar el apoyo que necesite. Superar el tratamiento contra el cáncer y ser un sobreviviente de cáncer es, a la vez, un triunfo y una nueva fuente de estrés. Es posible que tenga que lidiar con secuelas del tratamiento. Puede que esté intentando averiguar cómo es la vida después del cáncer. Necesitará apoyo a medida que vuelve a su vida normal.
Sentimientos frecuentes después del cáncer
Pasar por un tratamiento contra el cáncer es un cambio importante. Quizás sienta que no puede o no quiere volver a su vida anterior al cáncer. Por ejemplo, es común que suceda lo siguiente:
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Necesitar tiempo para recuperarse y recobrar la fuerza y la energía
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Sentir que sus amigos y familiares esperan demasiado de usted o que no comprenden por lo que ha pasado
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Extrañar el apoyo del equipo de atención médica que lo ayudó durante el tratamiento
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No poder hacer todas las cosas que hacía antes
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Sentir una desconexión de la gente que lo rodea
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Tener que lidiar con cambios en la apariencia del cuerpo, su funcionamiento o en cómo se siente
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Sentir enojo por lo que tuvo que pasar
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Preocuparse de que el cáncer regrese
 
Es probable que le suceda lo siguiente:
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Tener problemas para trabajar o para hacer las actividades diarias
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Tener pesadillas
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Lidiar con pensamientos negativos
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Sentir depresión y ansiedad
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Llorar con más facilidad
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Tener dificultad para dormir
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Querer evitar situaciones sociales
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Temer que cualquier dolor nuevo sea un signo de cáncer
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Sentir ansiedad por regresar a la escuela o al trabajo
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Tener preocupación por las facturas médicas y por las finanzas
 
Estas son solo algunas de las razones por las que necesitará mucho apoyo y cuidados personales después del cáncer.
Busque apoyo
Hay muchas maneras en las que puede ayudarse mientras se recupera. Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
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Pida ayuda a familiares y amigos. Hablar con sus seres queridos puede ser útil para procesar sus sentimientos. Pueden ayudarlo a encontrar formas de resolver las tareas y las actividades diarias. Dígales qué puede y qué no puede hacer. No deje que lo supongan o lo adivinen. Dígales cuando sienta que puede encargarse de más tareas.
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Únase a un grupo de apoyo para el cáncer. Ser parte de un grupo cercano o en línea puede hacer que se sienta en contacto con otras personas que saben por lo que pasó y por lo que está pasando ahora. Estas personas pueden ser conexiones vitales para superar el duelo posterior al cáncer, las secuelas físicas, las dificultades con el trabajo y la familia y otras cuestiones. Pregunte al equipo de atención médica qué grupos recomienda o visite la Red de sobrevivientes de cáncer (Cancer Survivors Network) a través de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (American Cancer Society).
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Consulte con su asesor espiritual. Un pastor, un rabino u otro líder religioso pueden ser una fuente de consuelo y sanación. Podrían ayudarlo a encontrar un sentido a la experiencia vivida y un propósito a medida que supera lo que pasó.
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Consulte a un consejero. Hablar con un terapeuta puede servir para reconocer y expresar sus sentimientos y para encontrar formas de superar las dificultades y sentirse mejor.
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Comuníquese con el programa de asistencia a los empleados (EAP, por su sigla en inglés) del lugar donde trabaja. Algunas compañías tienen un programa EAP en el que puede encontrar recursos, como asesoramiento o grupos de apoyo cerca de donde vive.
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Tenga paciencia. No se exija. Trate de mantener la calma. Usted y las personas que lo rodean necesitarán tiempo para adaptarse a esta nueva etapa. Y es posible que usted aún necesite tiempo para curarse y recuperarse. Pregunte al proveedor de atención médica cuándo puede volver a la escuela o al trabajo.
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Sepa a qué debe prestar atención. Hable con el equipo de tratamiento sobre la recurrencia del cáncer. Averigüe a qué debe prestar atención, qué riesgos corre y qué debe hacer si cree que tiene signos de que el cáncer volvió. Establezca un plan de seguimiento. Conozca los hechos. Puede servir para calmar los pensamientos.
 
Atención a la depresión
La depresión es un problema frecuente durante el tratamiento contra el cáncer y después de este. Puede ocurrir por algunos medicamentos, así como por cambios químicos que se producen en el cuerpo debido al cáncer y al tratamiento.
Los signos de depresión pueden incluir los siguientes:
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Sentirse triste o con desesperanza la mayor parte del tiempo
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Sentir culpa, falta de autoestima o desesperanza
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Perder el interés en actividades que solía disfrutar
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No poder concentrarse
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Sentir una pérdida de energía
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Tener dificultad para dormir
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Perder el apetito o comer demasiado
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Pensar acerca de hacerse daño o sobre el suicidio
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Sentir intranquilidad, irritabilidad, mal humor o enojo
 
Si cree que tiene depresión, hable con el proveedor de atención médica. Puede recetarle medicamentos o indicarle que vaya a un terapeuta o a un grupo de apoyo.
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