El método de reposo, hielo, compresión y elevación (llamado también R.I.C.E. por sus iniciales en inglés) puede limitar el dolor y la hinchazón después de una lesión. Este método puede recomendarse para ayudar a tratar las fracturas, esguinces, distensiones y moretones o bultos. Esta hoja presenta información sobre el uso del método de reposo, hielo, compresión y elevación en su casa.
Cuidados En La Casa
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Reposo. Limite el uso de la parte del cuerpo lesionada para ayudar a prevenir lesiones adicionales y darle tiempo para sanar. En algunos casos podría necesitar un cabestrillo, un corsé, una férula o un yeso para inmovilizar la zona afectada hasta que sane.
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Hielo. La aplicación de hielo inmediatamente después de la lesión ayuda a aliviar el dolor y la hinchazón. Envuelva una bolsa de hielo o de chícharos congelados en una toalla delgada y aplíquela sobre la zona lesionada. Haga esto durante 10 a 15 minutos cada 3 a 4 horas. Continúe aplicando hielo durante los próximos 1 a 2 días o hasta que los síntomas hayan mejorado. Nunca aplique hielo directamente sobre la piel ni durante más de 15 minutos seguidos en la misma zona.
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Compresión. Aplicar presión sobre una lesión ayuda a reducir la hinchazón y proporciona soporte. Envuelva firmemente la zona afectada con un vendaje elástico. Asegúrese de no enrollar el vendaje demasiado ajustado, ya que esto bloquearía el aporte de sangre a la zona lesionada. Si el vendaje se afloja, vuelva a enrollarlo. No use un vendaje elástico durante la noche.
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Elevación. Mantener la lesión elevada por encima del nivel del corazón ayuda a reducir la hinchazón, el dolor y las palpitaciones. Por ejemplo, si tiene una pierna rota, puede resultarle útil apoyarla sobre varias almohadas mientras está sentado o acostado.
 
Haga una VISITA DE CONTROL según le indique el médico o el personal del centro.
Obtenga Atención Médica Inmediata
en cualquiera de los siguientes casos:
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Fiebre de 100.4°F (38°C) o superior, o según le indique su proveedor de atención médica
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Aumento del dolor o de la hinchazón en la zona lesionada.
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La zona lesionada está fría, de color azulado, insensible o con hormigueo
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Sangrado en la zona lesionada
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Señales de infección como calor en la piel, enrojecimiento, supuración o mal olor procedente de la zona lesionada
 

