La tensión puede provocar un dolor sordo y constante en los dos lados y la parte posterior de la cabeza, así como en el cuello. También es posible que le ocasione cansancio visual. Los dolores de cabeza por tensión pueden desencadenarse a causa de tensión muscular y agarrotamiento muscular, falta de sueño, mala postura, fatiga ocular, estrés, depresión, ansiedad, artritis en el cuello y otros factores.
Para ayudar a prevenir los dolores de cabeza por tensión,
tome las siguientes medidas:
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Procure que su espacio de trabajo esté organizado de forma que usted no tenga que tensar el cuello ni forzar la vista.
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Asegúrese de que la graduación de sus anteojos esté actualizada y sea apropiada para el trabajo que usted hace.
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Aprenda técnicas de relajación y reducción del estrés emocional, tales como la respiración profunda, la relajación progresiva, el yoga, la meditación y la biorretroalimentación (“biofeedback”).
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Siga un programa de ejercicios regulares supervisado por un médico para aumentar la flexibilidad, la fuerza y la relajación del cuello y de la espalda.
 
Para aliviar el dolor,
tome las siguientes medidas:
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Aplíquese calor húmedo para relajar los músculos. Tome un baño caliente en tina o envuélvase una toalla húmeda y caliente alrededor del cuello.
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Cepíllese el cuero cabelludo suavemente con un cepillo de cerdas suaves.
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Dese un masaje. Masajee los músculos que van desde los hombros hasta la parte posterior del cráneo.
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Use una compresa de hielo. Aplíquela directamente en el lugar que esté adolorido.
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Descanse. El dormir frecuentemente ayuda a aliviar el dolor de cabeza.
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Beba mucho líquido. La deshidratación es otro de los desencadenantes del dolor de cabeza. No beba alcohol, ya que esto empeorará la deshidratación.
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Tome analgésicos sin abusar para aliviar el dolor de moderado a fuerte.
 

